El suelo radiante es un sistema de calefacción que combina eficiencia energética y confort térmico. Sin embargo, para que funcione correctamente, es imprescindible contar con ciertos elementos esenciales que garanticen un rendimiento óptimo y duradero.
Los elementos esenciales de una instalación de suelo radiante son:
1. Capa aislante
El aislamiento térmico es uno de los componentes más importantes en un sistema de suelo radiante. Esta capa se coloca sobre la base del suelo para evitar pérdidas de calor hacia abajo, maximizando la eficiencia del sistema. Los materiales más utilizados son el poliestireno expandido o extruido, debido a su capacidad de retener el calor y resistir la humedad.
2. Barrera antihumedad
Una lámina impermeable o barrera antihumedad se instala para proteger el sistema de posibles filtraciones de agua desde el subsuelo. Esta barrera es especialmente importante en viviendas con problemas de humedad o en instalaciones sobre terrenos con niveles freáticos altos.
3. Tuberías
Las tuberías son el corazón del sistema, ya que transportan el agua caliente a través del suelo. Suelen ser de materiales como polietileno reticulado (PEX) o multicapa, debido a su durabilidad, resistencia a altas temperaturas y facilidad de instalación. Las tuberías se colocan en patrones específicos (espiral o doble serpentín) para garantizar una distribución uniforme del calor.
4. Colectores
Los colectores son responsables de distribuir el agua caliente a los diferentes circuitos del suelo radiante. Incorporan válvulas de regulación y caudalímetros para ajustar el flujo de agua en cada circuito, lo que permite personalizar la temperatura en diferentes áreas de la vivienda.
5. Solera emisora
La solera emisora es una capa de mortero que se coloca sobre las tuberías. Su función es transmitir el calor hacia la superficie del suelo de manera uniforme. Para mejorar la conductividad térmica, esta capa puede contener aditivos especiales que optimizan la transferencia de calor.
6. Sistema de control
Un sistema de termostatos y reguladores permite gestionar la temperatura del suelo radiante de manera precisa. Los sistemas modernos suelen incluir controles inteligentes que permiten programar horarios y ajustar el sistema desde un dispositivo móvil.
7. Pavimento adecuado
Por último, el tipo de pavimento final es crucial para la eficiencia del suelo radiante. Materiales como cerámica, piedra o laminados son ideales debido a su alta conductividad térmica. En contraste, las alfombras o maderas gruesas pueden disminuir la eficiencia.